Crónica de Albloggero:
Hoy jueves, día del Corpus Christi, nos hemos ido a “zurrar” un poquito el cuerpo hasta la Laguna de Manjavacas, en término municipal de Mota del Cuervo.
A las 7:30 en los Jardinillos, estábamos diez amigos con las máquinas preparadas. Desde la vecina localidad de Socuéllamos, donde hemos dejado los coches, por la Mancha Manchega siguiendo la Ruta del Quijote, nos hemos plantado en poco más de una hora en la Laguna de Manjavacas. ¡A la cuarta va la vencida! No es tan difícil llegar pero, ¡vaya pelotas tenemos que nos ha costado cuatro veces! De Socuéllamos a Titos y desde aquí, la ruta balizada del Quijote nos lleva directamente hasta la laguna, no sin antes pasar por la laguna de Alcahozo, completamente seca y con aspecto salino. Algunos pagamos una pasta por ver el Lago Salado en la Capadoccia Turca y tenemos uno similar a tan siquiera hora y poco en bici ¡manda huevos, dijo Trillo!. Envío una fotito guapa de la laguna de alcahozo con dos paisanas que nos hemos encontrado en ella dándose baños de barro ¿No las habéis visto? Si es que “na más pensáis en la “juguesca” y no vais pendientes! Jota, ¡lo que te has perdido hoy!. Te hubiera encantado.
Según la web de espacios Naturales de Castilla la Mancha, la laguna es Reserva por ser punto de conexión entre los dominios ecológicos europeos y norteafricanos en las migraciones de aves.
Hemos entrado en la Laguna por su margen oeste y siguiendo al “Tío Haro” experto dónde los haya (Haro, me ha gustao hoy eso de que “cabra coja no quiere siesta”, jeje) bordeando su lado Sur dónde no había demasiados “avichuchos”, hemos conseguido aproximarnos por su lado este hasta poder divisar gran cantidad de ánades. Tres flamencos al menos en primer plano y, doscientas, trescientas o incluso cuatrocientas aves de todo tipo que da gusto observar en un lugar tan tranquilo y cautivador. Esta mañana, entre los cientos de ánades que hemos visto seguramente y según los entendidos (yo ni idea), habría poblaciones de malvasía cabeciblanca, calamón, fumarel cariblanco y común, canastera y carricerín real, además de importantes poblaciones de anátidas. También se ven algún aguilucho lagunero y pálido, alguna avoceta, grulla común y gran cantidad de flamencos.
Allí hemos estado al menos 15 minutos observando detenidamente, para coger el camino hacia Las Mesas y posteriormente a almorzar al Vázquez de Socuéllamos.
Una mañana guapa y relajada de mountain bike, por parajes de encanto cercanos a Villarrobledo. Un complejo lagunar desconocido para la gran mayoría pero muy conocido por ornitólogos de todo el país. Sin duda, buena ruta y mejor compañía, como siempre.
buena ruta que pena que me lo perdiera
ResponderEliminaroye, estas tías están buenacas que te cagas, me las tienes que presentar, jejejejje.
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